[Abantos] Vera Trail

Pico Abantos
Se trata de una ruta circular que, partiendo de la zona recreativa de El Tomillar junto al InsectPark, recorre el monte Abantos. De carácter me atrevería a decir durilla, pues se deben superar unos 1350 metros de desnivel acumulado positivo para una longitud de 41 kilómetros. Al menos a mí sí se me hizo, pues salvo en la bajada final, la bici apenas corre.

Primero, subida y más subida, con algunos puntos exigentes, como son las famosas Zetas y el tramo final hacia el Pico Abantos.

A continuación, la bajada Vera Trail, que en su mayoría es de flow, pero presenta algún tramo técnicamente complicaete —sin llegar a ser una locura—. Además, hay que ir atento, ya que me encontré con cuatro grandes árboles en cuatro puntos diferentes que se encontraban caídos y cortaban el paso por completo. A esos puntos hay que sumar otros tantos en los que toca vadear el Arroyo de Navalacuerda, que, por cierto, bajaba con una buena cantidad de agua. Uno de dichos pasos me obligó a desmontar y tirar de confianza (y equilibrio) para no acabar cayendo al arroyo 😅.

Después, vuelta a subir desde el Embalse de La Aceña hasta el alto de Prado de los Robles de Arriba por un pista de características muy similares a las del tramo final del Pico Abantos.
[Abantos] Vera Trail
[Abantos] Vera Trail
Venía de mis últimas salidas durante la Semana Santa conquense con el ego crecido o más bien con ganas de continuar la "fiesta" de descensos🥳—, y como desde el otoño pasado llevaba oyendo hablar de la dichosa Vera Trail, dije "Venga, es el momento, tengo que ir a conocerla".

No me compliqué mucho en el diseño📝 y, partiendo de mi anterior ruta Abantos, decidí dejar la primera parte tal cómo estaba: arrancar desde la zona recreativa de El Tomillar, superar las famosas zetas de Abantos y el duro kilómetro del Puerto de Malagón, y, por último, continuar ascendiendo hacia el Pico AbantosA continuación, iba a poner el foco en la senda, o segmento 😜, Vera Trail. Mi intención de salida era recorrerla en un par de ocasiones. La primera pasada para conocerla y fotografiarla. La segunda, para disfrutarla. Pero la realidad fue que con una pasada bastaba por hoy 😅, no por el descenso en sí mismo, sino sobretodo por la posterior ascensión🥵.
El Tomillar (km. 0).
El Tomillar
Primeros kilómetros de ascensión por pista asfaltada.
El Tomillar
Kilómetros algo monótonos o aburridos para una MTB. Así que a disfrutar en la medida de lo posible de las vistas y del imponente monasterio el cual estará presente en buena parte de la ruta.
Arroyo del Romeral
Pasados unos cuatro kilómetros y medio y tras un fuerte, pero breve descenso llega el primer vadeo del día. Desmonto y ando sobre las piedras del Arroyo del Romeral para evitar mojarme los pies.
Abantos
Tras él, y ya por pista de tierra, dos fuertes repechones. Para, a continuación, un poco de pisteo que nos acercará hasta el primer punto reseñable del día: las famosas, hermosas y no menos duras zetas de Abantos.
Zetas de Abantos - Inicio.
Inicio de las Zetas de Abantos.
Zetas de Abantos
Zetas de Abantos ✅. Fui capaz de superarlas sobre la bicicleta, bueno, realmente en la segunda tuve que echar pie a tierra por culpa de querer sacar el móvil para retratarla. Cosa que hizo que descartara intentarlo de nuevo y sólo fotografiara alguna zona fácil de transición.
Zetas de Abantos
Destacar que la última, que quizás antaño era la más complicada, ahora se ha facilitado su paso gracias a abrirse por su interior una nueva trazada sin piedras ni raices. Un fuerte arreón, si nuestras fuerzas lo permiten, y ale, superada!
Zetas de Abantos (km. 8,9). En definitiva, casi 2 kilómetros al 8,4% de pendiente media. Kilómetros en los que se hayan las 17 zetas que complicarán nuestra ascensión y en las que harán acto de presencia diferentes obstáculos como raíces y/o piedras que pondrán a prueba nuestra pericia/técnica.
Abantos
Una vez superadas, terreno llano que nos llevará hasta la altura del Área Recreativa Los Llanillos.
Puerto de Malagón
Área a partir de la cual la pendiente volverá a tender hacia arriba, haciéndose especialmente notoria a partir de este instante que medio pude capturar, pues se trata del inicio de la parte más dura del Puerto de Malagón.
Puerto de Malagón
Últimos metros del Puerto de Malagón.
Puerto de Malagón (km. 11,5). Este tramo consiste en aproximadamente unos 2 kilómetros al 8,5% de pendiente media. Datos prácticamente calcados a los de las zetas, pero de una índole muy, muy diferente.
Abantos
Alcanzado el anterior alto, no conviene cantar victoria ni pensar en descansar: todavía queda seguir subiendo.
Abantos
Así que, volvamos a disfrutar de las vistas, tanto hacia un lado...
Abantos
...como hacia el otro.
Abantos
¡Y continuamos para bingo! Es decir, seguimos acumulando desnivel.
Pico Abantos
Del último tramo de ascenso al Pico Abantos no pude sacar ninguna foto. Estuve más pendiente de elegir bien la trazada, evitando los grandes pedrolos —porque esquivarlos todos es imposible—, que de cualquier otra cosa.
Pico Abantos (km. 14.7). Del aparcamiento de El Tomillar hasta el Pico Abantos pasando por las Zetas son 14,7 kilómetros al 5,4% de pendiente media con un desnivel positivo acumulado de casi 900 metros.
Pico Abantos
Parada obligada para retratar a la bicicleta...
Pico Abantos
...como el entorno.
alto de San Juan
Se reemprende la marcha y toca deshacer lo ascendido hasta la última curva. En ella se abandona la pista, pasándose a circular brevemente por un senderito que a su vez sirve para enganchar con la pista que lleva hasta el Portillo de Pozos de Nieve. Pista rota, con surcos y piedras, no tantas como la anterior del Pico Abantos, pero con facilidad para medio evitarla bajando por su lateral izquierdo. Entonces, desde la cancela allí presente, nuevo tramo ascendente hasta el alto de San Juan.
Vera Trail
Vera Trail - Inicio (km. 16,9). Escasos metros después del vértice geodésico se observa el inicio de la famosa, y tan ansiada, senda.
Vera Trail
La primera parte, hasta el cruce con una pista asfaltada, no requiere de pericia alguna. Una senda de mucho flow. Si acaso reseñar el estado en el que yo me la encontré debido seguramente a las lluvias caídas semanas atrás. Barro, o más bien barrizal, en numerosos puntos.
Vera Trail
Incluso existe algún pequeño tramo en ligera subida.
Vera Trail
La tónica cambia cuando se cruza la pista asfaltada que mencionaba anteriormente. Volvería a dejar de hacer fotografías y a centrarme en lo que estaba. Pues nada más atravesar el asfalto, tramo picante de unos 50 metros. Para luego enganchar con una serie de curvas de herradura en buen estado, es decir, lisas, pero con una pendiente más que decente. También harán acto de presencia más adelante una especie de 4-5 dubis naturales.
Refugio Casa de la Cueva
Superados dichos tramos, se continúa descendiendo con más facilidad hasta el refugio o Albergue Casa de la Cueva. ¡Ojo! El trazado de la senda se desvía a la izquierda poco antes de llegar a su altura. Cosa que yo no observé y por la que seguramente luego el Strava no me reconociera el segmento de Vera Trail al completo 😛.
Vera Trail
Bien, poco después se empieza a rodar y descender junto al Arroyo de Navalacuerda el cual se tendrá que vadear en 4 ocasiones si mal no recuerdo.
Arroyo de Navalacuerda
La más complicada de esas cuatro ocasiones sería esta que se observa en la imagen. Las demás las pude superar sobre la bicicleta, pero ésta no. Quizás no se aprecie bien en la imagen, pero bajaba una buena cantidad de agua y no era el momento de calarse. Así que, a tirar de equilibrio y confianza en esos tronquitos medio podridos a la izquierda de la imagen. A continuación, llegarían otra serie de puntos complicaetes más allá de los cuatro árboles caídos que contaba al inicio de la crónica. Así que id atentos, al menos estos días.

Embalse La Aceña
Vera Trail - Fin (km. 22). Poco antes de llegar a esta valla, punto donde el arroyo puede decirse que vierte sus aguas sobre el Embalse de La Aceña, se abandona la senda, pasándose a rodar nuevamente por pista.
Embalse La Aceña
Pista en muy buenas condiciones y que aconsejo para aprovechar a avituallarse.
Embalse La Aceña
Embalse La Aceña
Embalse La Aceña
Embalse La Aceña (km. 23,7). Me detengo en la propia presa para capturar un par de imágenes del entorno.
Prado de los Robles de Arriba
Se inicia entonces un breve descenso desde la presa. Nada, apenas 200-300 metros para abandonar el asfalto en la primera curva e iniciar la subida al alto de Prado de los Robles de Arriba.
Prado de los Robles de Arriba
Esa primera rampa, que se observa en la anterior imagen, hasta esta cantera dará buena cuenta de lo que nos espera en los próximos 3,1 kilómetros en cuanto a inclinación.
Prado de los Robles de Arriba
No así en lo que respecta al estado del terreno el cual poco a poco irá empeorando.
Prado de los Robles de Arriba
Hasta el punto en el que volver a hacer fotografías se hace la mar de complicado.
Prado de los Robles de Arriba
Por suerte, el rodar por alguna que otra especie de senderito entre tanta piedra sí me permite retratar la subida.
Prado de los Robles de Arriba
Últimos metros de la subida a cuya conclusión tuve que saltar el cercado de piedra, pues la puerta o cancela se hallaba atada y no encontré forma de deshacer el nudo.
Alto Prado de los Robles de Arriba (km. 27,2). 3,1 kilómetros que se me hicieron eternos. 3,1 kilómetros al ¡¡¡9,5%!!! de pendiente media.
Tras saltar el cercado miré el ciclocomputador y no daba crédito a lo que veía. Llevaba casi 3 horas y apenas había recorrido 27,7 kilómetros. Y ¡ojo! 1304 de los 1341 metros totales de desnivel de la ruta. Así que, si quería llegar a casa a una hora decente, no podía realizar el segundo descenso de Vera Trail -¡Ufff! Qué rabia no poder repetir luego estos últimos 3,1 kilómetros infernales😁-.
Prado de los Robles de Arriba
Take a break (km. 27,8). Escasos 600 metros después, y sobre este peñasco, decidí detenerme, darme un respiro y aprovechar a avituallarme tranquilamente.
Abantos
Cartel Abantos (km. 29,2)Reanudada la marcha, en apenas kilómetros y medio alcanzaría el cartel de Abantos.
Puerto de Malagón (km. 30,3). Y tras otro kilómetro se regresa a este punto por el que ya pasamos a primera hora de la mañana.
Abantos
Del Puerto de Malagón en adelante, ya todo descenso. Un fuerte descenso por el que coincidiremos con otros ciclistas, atletas y senderistas en sentido contrario al nuestro así que precaución y respeto.
El Tomillar (km. 41,4). Concluyo la ruta tan feliz como agotado. Seguramente una segunda vuelta a "Vera Trail - Alto Prado de los Robles de Arriba" se me hubiera hecho bola y a saber a qué hora hubiera acabado. Así, con un único paso, acabé cansado, pero entero 😅.

En días como los de hoy puedo llegar a entender ya voy a meterme en otro fregao el uso de ebikes, pues es verdad que facilitan las labores de subida, pero su principal ventaja la veo en la economía del tiempo para aquellos que lo único que quieren es bajar. A ver si logro explicarme. Creo que las ebikes posibilitan el realizar más descensos en la misma cantidad de tiempo frente a los usuarios de rígidas/dobles -no, no voy a denominarnos como usuarios de bicicletas pulmonares ni musculares-, tiempo que invertimos nosotros en subir -y, por lo tanto, en hacer deporte de verdad 🙊-.

Bueno, que desvarío. Volvamos con las conclusiones 😂.

En cuanto al segmento Vera Trail, culpable de que planificara la ruta, me gustó en líneas generales. Me entretuve y el paisaje por el que discurre es bastante bonito. Lástima de esos árboles caídos y barro en la parte inicial.

En total 41,4 kms en 3h 24' (tiempo total 3h 49') con una velocidad media de 12,2 km/h y un desnivel positivo acumulado de 1341m., valores que le otorga un coeficiente IBP de 98 MTB.

Y lo último, el track:

Semana Santa conquense en MTB

San Julián el Tranquilo
En esta ocasión, no va a ser una de mis entradas habituales, plagada de fotografías y todo lujo de detalles sobre el recorrido, sino que voy a relatar brevemente mi paso por tierras conquenses durante esta Semana Santa.

Martes Santo - Taller.

Día de mantenimiento de la rígida. En Madrid me es imposible acometer las tareas más laboriosas, así que suelo aprovechar estas “largas” estancias en Cuenca para meterle mano a fondo. La tarde cundió, y me dio tiempo a:
  1. Dirección. Para llevar más de un año sin abrirla, no estaba nada mal. Aun así, desengrasé todo y le di una nueva mano de grasa.
  2. Cambio del neumático trasero. Qué cantidad de porquería tenía acumulada en su interio y la de pegotes que había dejado el líquido tubeless 😖. Reconozco que me da muchísima pereza lidiar con él por lo que se enguarrina todo, así que pocas veces desmonto la rueda para adecentarla.
    Sobre el material, tampoco soy de muchas probaturas y suelo repetir con lo que me ha funcionado. Así que, si antes llevaba un Maxxis Rekon Race en 2,25… blanco y en botella. En su día lo probé en 2,4 y sí, bajaba más seguro —mis mejores tiempos en descensos “complicados” son de entonces—, pero al rodar tenía la sensación de que la bici no avanzaba igual. Y como uno no es un fanático/loco de los descensos… prefiero rodar más “fácil” (que no rápido 😅)..
    Por cierto, aproveché para cambiar también el mousse. Sólo llevo en dicha rueda y aquí soy usuario del Vittoria Air-Liner, en esta ocasión, en su versión light.
  3. Visto lo visto en la rueda trasera, aproveché para desmontar y revisar el interior de la delantera. Nada, aquí sin suciedad ni pegotes, únicamente la válvula se encontraba algo atorada.
  4. Por último, y una vez ya metido en faena, repasé los puntos habituales de mi checklist: transmisión y frenos. No hubo que cambiar nada, aunque va tocando un buen purgado de ambos frenos.

Miércoles Santo - Cerro de San Cristóbal.

Había que probar que todo estuviera en orden, así que opté por rodar un poco antes de entrar en faena. Más que nada para asegurarme que los neumáticos habían talonado correctamente.

Salí de casa en dirección al Recreo Peral y, desde allí, a la fuente de Martín Alaja junto al río Júcar. Poco después, subida por pista al Cerro de San Cristóbal (segmento Antenas climb). La ascensión se encontraba en bastante buen estado, salvo aproximadamente los últimos 500 metros, a pesar de las lluvias de los últimos días.

La idea que llevaba era sencilla: tirarme por una primera senda más fácilona, La del perro larga, y luego, tras nueva ascensión por el mismo sitio, por otra más complicada: Senda del tanque. Que na, aquí dos puntos complicados y no soy capaz de atacarlos. Primero la entrada y luego el rock garden tras un giro de 180º a izquierdas. Por contra, la primera de las sendas sí fui capaz de superarla al 100% sobre la bicicleta.

Ruta en Strava:

Jueves Santo - Casasola.

No hay viaje que vaya a Cuenca con la gorda y no opte por visitar esta zona en salidas de escaso tiempo.

Ruta de características muy similares a las del día anterior, subidas por pista y bajadas por sendas más o menos técnicas. En esta ocasión y en progresión de dificultad:
  • La Flow de Casasola. De las más sencillas de la zona. Sólo hay un punto complicado y si yo me atrevo... no lo será tanto😜.
  • San McLeod. Requiere de algo más de pericia que la anterior, pero nada desorbitado. Yendo con la vista alejada de la rueda, las trazadas facilitan la cosa🥳.
  • Lacarrasca. Otra que su rock garden se me atraganta. Quizás por ir sólo. Quizás porque ya voy con el runrún en la cabeza de poder salir por orejas o de que algo toque con una roca y termine ladera abajo —que eso sería lo de menos😅—. O por una mezcla de todo.
  • San Lesmes 2. Bueno, ésta es que sí que veo imposible hacerla yo montado al 100%, pero suelo atacarla porque en su mayoría es de flow y, de paso, salgo por un punto diferente, San Julián el Tranquilo, al que accedí.
Si queréis más detalle de las mismas y/o fotos podéis ver mi anterior entrada Senderos de Casasola, San Julián, El Castillo, Cerro del Socorro y Sierra de la Pila.

Ruta en Strava:
 

Viernes Santo - Sierra de la Pila.

Tercer día consecutivo que, ante las malas previsiones para el día siguiente, decidí afrontar. ¡Hereje! Un conquense saliendo el día de Turbas con la bici 🙈. Bueno, no fui el único😂.

Aquí, la diferencia respecto a los días anteriores la iba a marcar la subida de salida por el Vallejo de la Zorra. Difícil subida por sendero. Raíces, piedras —muchas piedras— y una fuerte inclinación la convierten en una dura ascensión.

A continuación, circulando por lo alto de la Sierra de la Pila, me encaminé a una de las múltiples bajadas técnicas de la zona: Depósitos de Palomera. No esperéis tampoco que la supere alguna vez montado al 100% 😆.

De allí, pasando por el pueblo de Palomera, vuelta a ascender por Las Culebrillas. Para, a través de la pista que recorre la parte alta de la Sierra de la Pila, ir en busca de la carretera que lleva a lo alto del Cerro del Socorro, o lo que viene siendo lo mismo, al monumento al Sagrado Corazón Jesús. Aunque en esta ocasión, no lo visitaría y retornaría por la carretera en dirección a Cuenca hasta tomar el desvío e inicio de la senda de la Cueva de la Zarza. Senda sencilla por lo general, pero con algún punto picante.

Como se me hacía corta la ruta y era temprano para regresar a casa, decidí ascender desde la Puerta de Valencia hacia el barrio de los Tiradores por sus callejuelas. Se trata de una breve, pero dura ascensión. Allí, en lo alto prácticamente de dicho barrio, abandoné el asfalto para, circulando por sendas, ir recorriendo esta loma o vertiente de la Sierra de la Pila hasta que me jarté y decidí tirarme por La Tiná de Hoya Román.

Ruta en Strava:

Ya no hubo opción para más salidas, pues el mal tiempo, efectivamente, regresó.

Tres grandes días de MTB. Tres días de MTB diferente al que suelo hacer en Madrid. Basta con mirar los desniveles acumulados para el número de kilómetros recorridos y la velocidad media obtenida. La verdad es que Cuenca es un auténtico gusto para la bicicleta de montaña. La ciudad está rodeada de buenos cerros que ofrecen un disfrute variado y más que interesante. Ya veis: tres días y tres zonas diferentes por las que circulé, y todas al lado de casa. Y aún quedaron otras por recorrer, como la Sierra del Bosque —a.k.a. del Telégrafo— u otras algo más alejadas, como la del Cerro del Portugués, pero que desde Casasola se enlaza fácilmente.

En definitiva, Cuenca y su Semana Santa, un placer.

PD: Por desgracia no he redimido mis pecados y continuaré con mi penitencia particular: los descensos técnicos.

Torrebuceit

Gracias a un usuario cuyo nombre no recuerdo, pero sí que pertenecía al club Los Gansos de Sanfer, descubrí este singular punto en el mapa de la provincia de Cuenca: Torrebuceit.

Nunca antes oí hablar de él, pero recuerdo ver el título de la ruta, hacer zoom en el mapa y descubrir ese nombre o especie de waypoint. A continuación, lo busqué en Google y confirmé que no se trataba de una localidad como tal —ya me extrañaba a mí—, pero me sirvió para descubrir su imponente castillo. Así que, de inmediato, me puse manos a la obra para diseñar una ruta circular, ya que la del usuario era de ida y vuelta por el mismo camino, que me permitiera acercarme a conocerlo.

El resultado fue una ruta circular que, partiendo de la ciudad de Cuencarecorre la comarca de La Obispalía, municipios de Abia, Huerta, Poveda y Villarejo Seco. Ruta, por cierto, de caracter moderado, tanto por longitud (~100kms) como por su desnivel acumulado (+1200), a pesar de la ausencia de algún puerto de cierta entidad.
Torrebuceit
Cuenca (km. 0). Me levanto con la sensación de haber hecho el canelo o el tonto directamente. Ayer, 8 de febrero, daban alertas por frío extremadamente bajo a la mañana, aunque los valores térmicos que indicaban eran siempre positivos🤷🏻‍♂️. Aún así, decidí ser cauto y salir mejor hoy domingo. Esto no es nada habitual en mí cuando estoy por Cuenca, porque luego a la tarde toca viaje y prefiero ir completamente descansado. Pero ante las alertas, lo dicho, cautela. Cuenca es una ciudad donde el frío, o fresquete como solemos decir algunos, pega y bien.
Como intuí al levantarme, mañana bastante fresquita. Fijo más que ayer🤬 -durante la primera hora el termómetro no pasaría de los 0º-. No me atrevo a sacar ninguna foto, temeroso del estado del asfalto, hasta después de abandonar la N-400, es decir, una vez tomado el desvío del Rento en dirección a Cólliga/Villanueva de los Escuderos.
Alto de Cólliga
Por suerte, el día está despejado y, en las zonas donde el sol incide, la carretera se encuentra en perfectas condiciones y la temperatura o más bien la sensación térmica va elevándose.
La temperatura no es lo único que se eleva -no seáis mal pensados-. También lo hace la carretera.

Cólliga (km. 14,7). En torno a 1,4 kilómetros antes de llegar al desvío de esta localidad, comienza la primera cota del día, Alto de Cólliga o Cuesta de Quiebrajarros. Sin tomar dicho desvío, continuo ascendiendo por la CUV-704.
Cuesta de Quiebrajarros
Cuesta de Quiebrajarros (km. 16,9). Se trata de una suave ascensión de 3,7 kms. al 4% de pendiente media. No es nada del otro mundo, pero a estas primeras horas del día hasta casi que la agradezco. De hecho, marco mi mejor tiempo -¡Uy, sí, tiempazo seguramente!!! 😜-.
Villanueva de los Escuderos (km. 19,3). Un revirado, pero suave descenso, de características similares a la ascensión previa, me lleva hasta la entrada de esta nueva localidad. De nuevo, evito su acceso.
Collado de la Carrasquilla
En cuanto finalizo el susodicho descenso, justo en el momento en el que la arboleda empieza a ganar frondosidad, el terreno vuelve a ponerse en contra.
Collado de la Carrasquilla
Se avecinan 7,1 kilómetros al 2,2% o, si tomamos como referencia el punto donde la pendiente se hace más evidente, 4kms. al 3,2%. En definitiva, se mire por donde se mire, comienza la segunda ascensión del día: Collado de la Carrasquilla.
Collado de la Carrasquilla
Esa misma frondosidad que mencionaba anteriormente crea y mantiene diversas zonas sombrías, donde la temperatura se resiente. Por suerte, sin heladas sobre el asfalto.
Collado de la Carrasquilla
Sigo subiendo a buen ritmo mientras me entretengo sacando fotillos y pensando en cosas banales de la vida.
Collado de la Carrasquilla
Alcanzado este punto, lo más duro de la ascensión ha quedado atrás y, aunque comienza un tramo favorable de unos 300 metros, personalmente no doy por finalizada la ascensión.
Collado de la Carrasquilla
Queda una última rampa de unos 600 metros con una pendiente en torno al 2%.
Collado de la Carrasquilla
Collado de la Carrasquilla (km. 27,7). Ahora ya sí, una vez alcanzado este cruce, puedo dar por conluida esta segunda ascensión.

Por cierto, sirva este cruce como posible atajo para aquellos que no se encuentren fuertes o simplemente para quienes quieran acortar la ruta, pues éste toma dirección Barbalimpia/Villarejo Seco, puntos que visitaré más adelante en el día de hoy.
Regresando a la ruta, aquí comienza el descenso más largo del día: unos 6 kilómetros que llevan hasta justo cruzar el riachuelo/río Záncara. Río que, por cierto, nos acompañará a la izquierda según el sentido de la marcha hasta poco después de pasar Torrebuceit.

Abia de la Obispalía (km. 30,9). Atravieso la localidad mientras contemplo en diversas fachadas réplicas de algunos de los cuadros más famosos del mundo, por ejemplo, Las Majas (desnuda y vestida) de Goya o La noche estrellada de Vicent van Gogh. Curiosa y bonita iniciativa la de #Pintandolaespañavaciada de la Asociación Sociocultural Grupo Cinco. En la próxima ocasión prometo detenerme y hacerme una foto junto a ellas.
Abia de la Obispalía
Al mismo tiempo, mientras desciendo plácidamente, intento recordar si alguna vez seguí de frente en este cruce justo a la salida de Abia. Juraría que no, que siempre he girado a la derecha en busca de la N-400. Pero esta vez toca seguir recto y, por lo tanto, entro en territorio desconocido, inexplorado.
Para mi alegría, el terreno se muestra sin complicaciones: 15 kilómetros por delante en ligerísimo descenso.
Kilómetros que me permiten admirar el paisaje. Por cierto, este tramo, junto a una chopera, en época otoñal tiene que ser un auténtico espectáculo.
Y cuando no hay nada que ver, mano al bolsillo a por algo que llevarse a la boca mientras tanto. 
Huerta de la Obispalía
Aunque en seguida el paisaje vuelve a ofrecer algo digno de contemplar: Huerta de la Obispalía.
Huerta de la Obispalía
Huerta de la Obispalía (km. 41,3). En la hoja de ruta, vamos, en mi cabeza, no estaba previsto tomar su desvío, pero al ver su silueta... Otro "TODO" como decimos los informático, es decir, tarea pendiente para el futuro: visitar su castillo, o lo que queda de él, la parroquia Nuestra Señora de La Asunción y las ruinas de la Ermita de San Mamés. De momento, os dejo enlace a esta entrada de otro blog conquense: El Arte en Cuenca - Huerta de la Obispalía.
Por un momento, se acaban las distracciones en estos kilómetros sencillos.
Torrebuceit
Pero, casi sin mediar palabra y tras una pequeña curva en la que un pequeño talud nos oculta el horizonte, hace acto de presencia el Castillo de Torrebuceit. Bueno, miento, instantes antes ya se vislumbraba o intuía el castillo en el horizonte, pero no con tanta claridad como lo hace ahora.
Torrebuceit
Castillo de Torrebuceit
Torrebuceit (km. 50,1). No llego a acceder a su entorno, no por los carteles de 'finca particular' y 'prohibido el paso' que allí se hayan (que, por cierto, ¿qué mal puede hacer acercarse a él y sacar unas cuantas fotos del castillo y del resto de edificaciones?🤷🏻‍♂️) Si no porque el acceso no se encuentra asfaltado. Así, en caso de continuar montado, podría fácilmente sufrir algún pinchazo. Y, si desmontara, podría fastidiar las calas -ya tuve una mala experiencia recientemente con ellas🤬- y/o podría quedarme frío, y la verdad que no hace día para ello.
Torrebuceit
Bueno, para que podáis echar un ojo al castillo y su entorno os dejo este otro enlace del blog "El Arte en Cuenca", un interesante descubrimiento: Villar del Águila: Castillo de Torrebuceit.
Torrebuceit
Una fotillo más desde la carretera.
Alto La Romerosa
Una vez se vuelva a atravesar el riachuelillo Záncara, comenzará la tercera cota del día: Alto La Romerosa. La verdad que ya tenía ganas de volver a ascender y romper la monotonía de los kilómetros anteriores.
Alto La Romerosa
Alto La Romerosa (km. 55,9). 4,8 kilómetros al 2,6%. Este sí que es una pequeña cota o tachuela en el camino. Como podéis ver en el perfil, no le otorgo categoría alguna, pero bueno, si quiero que quede reflejada en él.
-¡Jod..., jod...!😟A que no existe la carretera que me lleva a Poveda y por eso el miembro de Los Gansos de Sanfer realizó la ruta de ida y vuelta??!!!-. Durante unos largos instantes dudo de la existencia de este desvío. No soy capaz de divisarlo, ni a él ni a la carretera por la que tendría que continuar.
Pero sí, ahí están y puedo respirar aliviado.
Nuestra Señora de la Paz o ruinas de La Cañada del Manzano
Breves instantes después, vuelvo a poder distraerme contemplando el paisaje y es que oteo en lo alto de este cerro esta pequeña iglesia o ermita. Indagando ya en casa en el Google Maps, descubro que se trata de la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, perteneciente a las ruinas de La Cañada del Manzano. Os dejo este otro enlace al respecto: La Cañada del Manzano.
Bien, desde ellas y hasta Poveda de la Obispalía comienza un terreno ligeramente ascendente. Durante este recorrido, se pasa por las inmediaciones de un enorme parque solar, dejando a ambos márgenes de la carretera las múltiples subestaciones que lo conforman -paso de sacarle foto alguna😝-.
Ermita de Nuestra Señora de la Torre
La que sí merece la pena retratar y contemplar es la Ermita de Nuestra Señora de la Torre.
Poveda de la Obispalía (km. 66,3). Como decía antes, continua el terreno ligeramente ascendente hasta alcanzar esta localidad a cuya salida un fuerte descenso, de escasos 300 metros, espera. Por cierto, vaya pistaza de padel, juraría, que se gastan 😂.
Villajero Seco
Villajero Seco (km. 70,6). Unos 700 metros antes del desvío a este pequeño pueblo, comienza la cuarta ascensión reseñable del día: Alto de La Pajarilla, de 4,4 kilómetros de longitud al 3,3% de pendiente media.
Alto de La Pajarilla
Cabe destacar en el día de hoy la paz, la tranquilidad, el silencio que reina en todos estos kilómetros. El primer coche que me adelantó fue en torno al kilómetro 63; el segundo lo haría poco antes del 90. Exactamente el mismo número de personas con las que crucé un "buenos días": la primera, en Abia; la segunda, en los aledaños de Huerta de la Obispalía.
Alto de La Pajarilla
Mientras reflexiono sobre este claro contraste entre el paraíso ciclista que representan las carreteras conquenses y la triste realidad de la despoblación, continúo ascendiendo sin mayor preocupación que la de quizás estar "entreteniéndome" demasiado con las fotos📸.
Alto de La Pajarilla
Alto de La Pajarilla (km. 74,3). —¡Uy, pero si ya estoy arriba!—. Cuando uno va metido en su mundo, los kilómetros pasan rápidamente.

Se da por concluida la ascensión al llegar al cruce con la carretera que viene del Collado de la Carrasquilla, alto ascendido a primera hora. A continuación, fuerte descenso hasta el siguiente núcleo de población.
Barbalimpia
Barbalimpia (km. 77,7)Apenas entro en él, vamos, prácticamente desde las primeras casas, comienzo a tener que recuperar la altitud perdida.

Por otro motivo, que no viene al caso, me lancé esta autofoto y, aunque no soy de salir en el blog, sí de sacar al casco para que algún lector pueda dejar en los comentarios aquello de "Habemus..."😉
😉.
Barbalimpia
Se trata de la subida más corta del día, pero también de la más exigente. 1,8 kilómetros al 7,2% de pendiente media. Único momento del día en el que quito el plato grande.
Alto del Regajo de la Calera
Alto del Regajo de la Calera (km. 79,3). De nuevo, en este otro cruce de caminos se puede dar por finalizada la ascensión, o escasos metros depués junto a un cartel de protección contra incendios.
Durante el descenso mantengo la misma tónica del día: tranquilidad y más fotos📸. Aunque, para no saturar, solo dejaré esta.
río Júcar
El descenso finalizará a la altura del río Júcar desde donde a escasos 500 metros después hará acto de presencia la intersección con la N-420.
N-420
Como seguramente ocurra en cualquier otra nacional, esa sensación de calma y paz desaparece. Aunque la verdad, de aquí a Cuenca, últimos ~15 kilómetros, no me adelantarían más de 20 coches.
Villar de Olalla
Villar de Olalla (km. 94,2). Su paso lo hago nuevamente ensimismado, recordando viejas batallas aquí acontecidas.
Alto del Vertedero
Alto del Vertedero (km. 98,9). 3,9 kilómetros al 2,8% de pendiente media. Se inicia nada más salir de Villar de Olalla, aunque lo más destacable será a partir justo de esta señal de desdoblamiento de carril, sobre un kilómetro y en torno al 5%.

Una vez coronado, terreno favorable hasta llegar a Cuenca. Sólo quedan un par de repechines hasta llegar a casa.
Cuenca (km. 103,4). Acabo con muy buenas sensaciones y de no ser por la hora que es y luego el viaje a Madrid... Me hubiera gustado alargar yendo desde Villar de Olalla a Arcas y de allí a Cuenca. Unos 20 kilómetros más.

Por lo general, hoy ha sido un día de tomármelo con calma y disfrutar del paisaje. Muestra de ello es la cantidad de fotos con las que acabé. Aquí en la entrada faltan unas cuantas, pero son las suficientes para describir la ruta y mi día. Dicho sea de paso, también fue un día para disfrutar en soledad, sí, unos de esos días que sin buscarlo uno se encuentra consigo mismo y sencillamente desconecta del mundo.

Contento también por seguir descubriendo puntos de mi tierra que ni podía sospechar de su encanto. Benditas bicis. ¡A seguir descubriendo mundo! 👏👏👏.

En total 103,4 kms en 3h 57' (tiempo total 4h) con una velocidad media de 26,1 km/h y un desnivel positivo acumulado de +1218m., valores que le otorga un coeficiente IBP de 87 RDB.


Y lo último, el track: