A Navalcarnero por Brunete y regreso por el Puente de Hierro y Villaviciosa de Odón

Hoy quiero compartir otra de mis habituales salidas de 'invierno', que, partiendo desde casa –últimamente lo único que hago en MTB 😔–, se adentra en el Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama y su entorno. Básicamente, el trazado consiste en llegar hasta Navalcarnero pasando por Brunete, y volver por el Puente de Hierro y Villaviciosa de Odón.

La de hoy es una ruta que ya subí en su día a Wikiloc: CdC, urb. El Bosque, Brunete, Sevilla la Nueva, Navalcarnero, Villaviciosa de Odón, CdC. Una ruta que he recorrido en diversas ocasiones, pero que nunca me había animado a documentar en una entrada. Seguramente por la sencillez de esta, más allá del número de kilómetros de que consta.

Por ofrecer una rápida descripción, ruta circular de carácter moderado-bajo, muy pistera, sin ningún punto técnico... ¡Stop! 🤔 ¡Mier...! ¡Estoy describiendo una ruta de gravel! 😂.

⏸️ Pequeño paréntesis, sin ánimo de ofender. Creo que mi posición sobre el mundo del gravel está más que clara, pero, de verdad, solo entiendo sus bicis para bikepacking (cicloturismo). Y más cada vez que veo algún ejemplo como este: Scott Scale Gravel. Venga, cierro este paréntesis y abro melón para el que quiera en los comentarios 😉😉 ▶️.

Como iba diciendo sobre el tipo de terreno, la mayor parte del recorrido transcurre por pistas en buen estado, aunque es cierto que, en determinados tramos, se alterna con asfalto o sendas.

Lo primero ocurre, básicamente, al atravesar cualquiera de las localidades por las que pasa la ruta y en un breve tramo de unos ~300 metros por la M-513 al poco de travesar el río Guadarrama.

En cuanto a las sendas, por poner algunos ejemplos, están las que utilicé para atravesar la urbanización de El Bosque o para dirigirme hacia la mencionada M-513. También transitaremos por sendero todo el tramo que va desde el Puente de Hierro hasta la pista de la Vereda del Cerro de los Olivares y la Cueva de la Mora.
Perfil
Lucero (km. 0)Antes de que aparezcan los primeros rayos de sol, parto del barrio de Lucero con el acometido de alcanzar lo más rápida y sencillamente posible la Casa de Campo (CdC).

CdC (km. 0,7). Ya véis, ni un kilómetro 😆.
Accedo a la CdC por la calle de la Perdiz en busca de la primera pista del día, la que se aprecia en la imagen, que discurre junto a la tapia en dirección a las estaciones de metro de Batán y, más adelante, Casa de Campo.
A continuación, sin detenerme demasiado en la CdC, me dirijo a la Puerta del Meaques, acceso situado junto a la Reja de la Guadaña. Desde allí, tomo las pasarelas para cruzar primero la M-502 y después la M-511, alcanzando, tras pasar junto a las instalaciones de Telemadrid y la parada del metro ligero José Isbert, el entorno de Meaques, a.k.a. el Secarral para algunos.
Por cierto, durante este trayecto, tanto por la CdC como por el Meaques, una fina bruma me acompaña.
Gracias a conocer al dedillo estos primeros tramos de la ruta, puedo permitirme echar la vista atrás constantemente y disfrutar del amanecer.
Pero, en cuestión de dos o tres minutos, mientras empiezo a rodar por las pistas tras el paso inferior de la M-40, se hace plenamente de día.
Venga, habemus foto del casco 😜.
El siguiente punto de referencia, la valla de la Ciudad Financiera del Grupo Santander.
Y desde allí, al paso inferior de la M-50, junto al circuito de motocross Villacross. Por cierto, ¡cómo ha evolucionado en el último año!
A continuación, tiro en búsqueda de una nueva pasarela, esta vez sobre la M-501, y luego la ascensioncilla hacia la urbanización de El Bosque (segmento Subida Urb. El Bosque desde la M501).
Urbanización El Bosque (km. 20)La verdad es que existen varias alternativas para descender hasta la altura del río Guadarrama a través de esta urbanización, pero yo siempre opto por seguir ésta del track. Voy a tiro hecho. Lo malo de esta opción es que, en su tramo inicial, hay una pequeña sección que, además de poder estar más o menos cerrada por maleza y rosales, suele embarrarse o anegarse en épocas de lluvia.
Paralelo al cauce del río Guadarrama y en sentido norte, es decir, contracorriente, continúo disfrutando de los pocos kilómetros de sendas que incluye la ruta.
Puente de La Raya (km. 26,1). A medida que me acerco a sus restos, ya sólo quedan los bloques de hormigón donde debían apoyarse los pilares de lo que entiendo que en su día fue el Puente de La Raya -porque me niego a creer que ese puentecito mostrado a continuación lo sea😂-, los senderos van perdiendo su encanto, cada vez se ensanchan más y más, hasta convertirse en pistas prácticamente. Por eso, cada vez que veo una bifurcación y sé que el camino vuelve a estrecharse por ella, bifurcación que tomo.
Hoy en día, este sencillo puente permite cruzar el río sin mojarnos los pies ni tener que pisar el asfalto de la M-513.
Asciendo ahora en paralelo a la M-513 por un nuevo senderín de apenas 500 metros de longitud, hasta llegar al acceso a la urbanización Guadamonte. Desde este punto, recomiendo, por cierto, continuar por la carretera. Serán unos 200 metros hasta finalizar el repecho y tomar entonces la pista que sale a mano derecha.
Vuelo a rodar por pistas en excelente estado. Gr... en estado puro 😜
Y en el horizonte, empiezo a vislumbrar por fin mi siguiente objetivo: Brunete.
Brunete (km. 30,6). Atravieso rápidamente el pueblo por la M-600,  abandonándolo por las inmediaciones del Hospital de Los Madroños.

Pequeño inciso: para aquellos ciclistas que les da repelús el asfalto y se sienten inseguros en este tipo de vías, existe una alternativa más tranquila. Es posible esquivar la M-600 recorriendo el centro urbano de Brunete 😉.
A continuación, el recorrido entra en un terreno de ligeras subidas y bajadas. Y pronto, en la lejanía, diviso la siguiente localidad de la ruta: Sevilla La Nueva.
El tiempo vuela, y ya se acercan las dos horas desde que salí de casa. Antes de que este terreno de rampa p'arriba y rampa p'abajo comience a hacer mella, aprovecho esta cruz o hito en el camino para detenerme y reponer fuerzas.
Sevilla La Nueva (km. 39). Recorro este nuevo pueblo en el camino de norte a sur, sin mayor dilación.
En los siguientes kilómetros se suceden una serie de suaves ascensiones que, tras una más pronunciada, se da paso a un terreno mayoritariamente favorable hasta alcanzar el Puente de Hierro.
Navalcarnero (km. 47)Tercer gran núcleo de población en el camino. Recorro sus calles con más calma que en los dos anteriores, pues el avituallamiento líquido empieza a escasear; salí con un solo bidón y he conseguido estirar bastante su contenido, pero... ¡Mi gozo en un pozo! Me acerco a un par de fuentes que detecto, y todas con el suministro cortado 🤬.
Para aliviar el disgusto por la escasez de agua, resta algo menos de medio bidón, me detengo en el Parque de Feliciano Fernández (km. 47,3) para comer unas cuantas gominolas y, de paso, inspeccionar el entorno en busca de alguna fuente. Pero no hay rastro de ninguna 😑. Toca seguir adelante.
Vuelvo a rodar por terreno puro grav... 🤫
Terreno favorable y pista en perfecto estado => Sin darme cuenta llego a la Cruz de Mari Martín (km 50,5). Mi adicción a las gominolas me pasa factura: no dejo de pensar en las cuatro que aún conservo, así que aprovecho la parada junto a la cruz para dar buena cuenta de ellas.
Y del anteior punto al Pinar de Navalcarnero (km. 50,9), en un abrir y cerrar de ojos.
Puente de Hierro (km. 53,9).
Llegar al Puente de Hierro, como ya había anticipado, supone el final del terreno favorable. Ahora toca empezar a remontar, pero...
...pero también implica que regresan las sendas👏🏻. Vuelvo a circular en paralelo y contracorriente al río Guadarrama. Unos 3,4 kilómetros de senderos hasta llegar al desvío hacia la Vereda del Cerro de los Olivares y la Cueva de la Mora.
Vereda del Cerro de los Olivares y la Cueva de la Mora (km. 57,4).
Junto con la subida a la urbanización de El Bosque se trata de la subida más representativa de la ruta. Sin embargo, no hay motivo para alarmarse: pese a un suelo pedregoso, o muy cubierto de piedras, resulta bastante llevadera. Consta de unos primeros 850 metros al 6,1% (segmento Subida hacia Cueva de la Mora), seguidos de otros tantos de prácticamente descansillo, para culminar con 500 metros al 6,3%, donde aparecen las rampas más exigentes, pero ninguna desorbitada.
Superados esos dos claros tramos ascendentes, la ruta vuelve a sus derroteros. Terreno para rodar y rodar. Terreno...🤐.
Villaviciosa de Odón (km. 61).
Castillo de Villaviciosa de Odón - En la actualidad Archivo Histórico General del Aire (foto de archivo).
Y a todo esto, ¿qué ha sido del agua? ¡Ay, madre! Llego vacío a la fuente de Los Caños, sin haber respuesto líquido en ningún lado. Y, en teoría, este agua no es potable. Así que, si en Navalcarnero hablaba de que había estirado el bidón, esto ya no sé como denominarlo. 3 horas y media y tan sólo un bidón de 900ml 😅. Por suerte, allí se encuentran un par de ciclistas charlando y uno de ellos se ofrece a darme un poco de su mochila. Son unos 300-400ml, pero me saben a gloria. Millones de gracias.
Tras la fuente, un fuerte, pero breve descenso. Para después, seguir rodando por pistas y más pistas, pero, eso sí, casi siempre en terreno ascendente hasta poco antes de alcanzar la Venta La Rubia (km. 71,5).
Últimos kilómetros. Ya se atisba 'Mordor' en el horizonte.
CdC (km. 81,4). Accedo por el mismo punto por el que esta mañana la abandonaba, es decir, por la Puerta de Meaques. A continuación, podría alargar la ruta por ella, al igual que por el entorno del Secarral, pero la falta de ingesta de líquido es notoria y mis piernas se acalambran. -Venga, camello, tira pa'casa que buena la has hecho hoy-.
Puente de la Culebra (foto de archivo).
Lucero (km. 84,8). Termino el día con buen sabor de boca, a pesar del contratiempo con el agua. Es curioso, porque pasé junto a varias tiendas de alimentación durante el recorrido, pero... así soy yo: siempre confiado en encontrar una fuente. Y ojo que encontrarlas, las encontré, pero que estuvieran operativas... ya es otra historia 😅.

Bueno, sé que no es mi mejor crónica, ni tampoco la ruta ayuda a ello, pero quise por fin, como ya dije al principio, dejar constancia de ella. Al releer mis entradas, me entra una especie de remordimiento, añoranza y/o morriña de esas sobre las que no he escrito nada. Como todo en la vida, hay días/rutas mejores y peores, pero tod@s son parte del camino y hay que saber disfrutarlas y apreciarlas. Y si, de paso, animo, o le ayuda, a alguien a recorrerla, pues mira que bien 🚴‍♂️😊.

En total 84,8 kms en 4h 26' (tiempo total 4h 41') con una velocidad media de 19,1 km/h y un desnivel positivo acumulado de 1152m. según Strava (+647 en Wikiloc), valores que le otorga un coeficiente IBP de 62 MTB.

Y lo último, el track:

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