Vuelta circular al Valle del Lozoya, una ruta que, me atrevería a decir, es bastante típica en el MTB madrileño -y en flaca, un clasicazo-. No es de esas rutas que, si vives en Madrid o vienes de visita, te recomendaría como primera opción… ni como segunda, ni como tercera 😂. Tampoco es una de esas rutas que te apetezca repetir cada año. Entonces… ¿dónde reside su gracia?
Por un lado, y en lo que a paisajes se refiere, el puerto de Canencia es un gran atractivo, y adentrarse en él con ruedas gordas es una auténtica pasada 😍. De verdad, un pinar espectacular que, una vez dentro, te hace desconectar de todo. Su luz y su silencio te envuelven en un mundo de paz y tranquilidad, solo interrumpido por tus propios resuellos 🥵 y, por desgracia, por el bullicio que en la cima suele haber 😂.
Morcuera tampoco se queda atrás en ninguno de estos aspectos, dureza y paisaje, aunque, en mi opinión, está un puntito por debajo.
A la belleza de estos puertos o entornos se les debe sumar los kilómetros junto al embalse de Pinilla, especialmente estos días en los que rebosa agua, y el paso por el Puente Congosto.
Por otro lado, y deportivamente hablando, podría decir de ella que es una de esas rutas ideales que, cuando ya te has iniciado bien en el mundo de la bicicleta de montaña y quieres dar un pasito hacia adelante, puedes animarte con ella. Eso sí, requiere un estado de forma física más que decente: sus 64,5 km y +1.400 metros de desnivel acumulado van a poner a prueba tu resistencia y, en algún momento, tu cabeza. Porque, en lo que se refiere al nivel técnico, es fácil, muy fácil, salvo por la senda Arroyo de los Tojos, que la verdad es que tampoco requiere de una gran pericia, y principalmente el rockgarden de subida, poco antes de alcanzar la vieja estación de Miraflores de la Sierra, que personalmente lo definiría como tramo empujabike -¿alguien será capaz de subirlo montado?-.
Se trata, en definitiva, de una ruta circular, de carácter moderado-alto y muy pistera que, partiendo de Miraflores de la Sierra, asciende dos de los puertos más conocidos de la Comunidad de Madrid: Puerto de la Morcuera y Puerto de Canencia.
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Puerto de La Morcuera y Puerto de Canencia (versión MTB) |
Tengo que reconocer que no era mi idea inicial. Me hubiera gustado escaparme a la Sierra Norte este fin de semana, pero al final los tiempos de traslado en coche me complican y limitan el día. Así que, aprovechando el corte de la carretera estos días entre el Puerto de la Morcuera y Rascafría, y pensando que habría menos gentío por la zona -sobre todo en los últimos 2 kilómetros de asfalto del puerto- decidí volver a recorrerla, ya que hacía 13 años que no la visitaba en MTB.
Miraflores de la Sierra (km. 0). Comencé el día bien temprano, pues quería estar dando pedales antes de las 8 de la mañana. Y lo logré: a las 07:50 ya estaba en marcha.
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Poco a poco se abandona Miraflores de la Sierra a través de sus calles en dirección a la Fuente del Cura. Unos metros antes, al cruzar el puente sobre el río Guadalix, dará comienzo la subida al Puerto de la Morcuera. |
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Como se observa en la anterior fotografía, la ruta comienza por asfalto, pero a la altura del Mirador de San Blas se pasa a rodar por una pista forestal cuyo firme, vale que no es el ideal, pero tampoco es un infierno como lo fue la subida al Alto Prado de los Robles de Arriba en mi anterior salida en MTB: [Abantos] Veratrail. |
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El Puerto de La Morcuera es una ascensión de unos 11,7 kilómetros al 5,3% de pendiente media (segmento). Quizás ese estado del firme que mencionaba antes, ese rodar incómodo, contribuya a que tengamos la sensación de mayor dureza. |
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Cascada Arroyo de la Vejiga (km. 8,5). Durante su ascensión se pasa junto a varios arroyos, siendo este quizás el más llamativo por su pequeña cascada. |
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Llega un punto en que la arboleda termina y, por tanto, quedamos expuestos directamente a los rayos del sol. No era un día especialmente caluroso, pero es cierto que esta protección arbórea está presente durante buena parte de la ruta, lo que la convierte en una opción ideal para la época estival.
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Por otro lado, alrededor del kilómetro 10,6 se pasa a rodar por asfalto durante unos 4 kilómetros: los primeros dos serán de subida, y los siguientes dos, de bajada en busca de la pista que conduce a la Majada del Cojo. |
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Por cierto, probablemente debido al corte de carretera que mencionaba al inicio de la crónica, pude disfrutar en total soledad de los paisajes y los sonidos de la naturaleza. Sólo me crucé con un ciclista de carretera a escasos metros de coronar.
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Puerto de La Morcuera (km. 12,6). Lo dicho, paz y calma. Ni un alma en la cima. |
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En torno al kilómetro 14,6 se abandona el asfalto y se vuelve a rodar por pista. |
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Además, y para nuestra suerte, pronto lo volveremos a hacer protegidos del sol. |
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Durante el descenso se obtienen unas magníficas vistas del Valle del Lozoya. Merece la pena detenerse unos instantes y, de paso, dejar enfriar los frenos, ya que, pese a tratarse de un descenso fácil por pista, el firme me resultó excesivamente botoso y no quise correr ningún riesgo dejando correr la bicicleta en exceso.
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Refugio Majada del Cojo (km. 19).
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Alameda del Valle (km 26,5). El descenso finaliza poco antes de llegar al helipuerto de este pequeño pueblo, a cuya entrada se cruza el río Lozoya. |
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Un poco de callejeo y enseguida se abandona su núcleo urbano por una pista en bastante buen estado.
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Pinilla del Valle (km 28,9). Casi sin darnos cuenta, estaremos entrando de nuevo en otro de los pueblos aledaños al embalse de Pinilla.
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Embalse que apenas se observa en un principio debido a la frondosidad de árboles, arbustos y demás flora, pero que llevaremos pegado a nuestro margen derecho.
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Lozoya (km. 33,9). A mitad de ruta pasaremos por las inmediaciones de este conocido pueblo madrileño que da nombre al valle. En el ámbito ciclista, es un lugar bastante transitado, ya sea por encontrarse a los pies del puerto de Navafría -tranquilos, que hoy no toca hat-trick-, por servir de punto de avituallamiento en alguna de sus terrazas o simplemente como lugar para recargar agua en su fuente.
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Perdonad que repita prácticamente la foto, pero lo cierto es que este punto, en las inmediaciones del ¿mirador de los bomberos?, es una preciosidad y me veía en la obligación de mencionarlo.
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Puente Congosto (km. 38,6). A escasos 4 kilómetros del mirador anterior, se alcanza este otro punto de interés. Se trata de un puente de origen ¿romano? ¿medieval?, bueno, que como siempre digo, tampoco voy yo a reinventar la rueda y ahí os dejo enlace con información al respecto. |
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A partir del puente Congosto, el terreno comenzará a ganar altitud de forma progresiva, a pesar de las rampas iniciales. |
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Canencia (km 44). Y qué mejor representación de esto que comento que esta imagen. A lo lejos se distingue el pueblo de Canencia, situado a mayor altitud, pero al que llegaremos sin un gran esfuerzo. La pista es tendida y se encuentra en muy buenas condiciones. |
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Pero, ¡ay virgencita! Lo que nos espera. Basta atravesar el pueblo, continuar brevemente por una pista paralela a la carretera, para finalmente desembocar en ella y proseguir por el asfalto unos 400 metros hasta alcanzar el desvío y así, toparnos con las primeras y durísimas rampas del Puerto de Canencia. |
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El Puerto de Canencia consta de 5,6 kilómetros con una pendiente media del 6,4% (segmento).
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Quizás la pendiente media resulte un poco baja para lo que realmente se experimenta sobre el terreno: mucha dureza.
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Pero la espesura del pinar y el murmullo constante del agua por doquier en estos días, harán que nuestra mente se evada del esfuerzo, envolviéndote en un remanso de calma y frescura.
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Puerto de Canencia (km. 51,2). La subida se podría dar por terminada una vez estemos en el Collado Cerrado o Hermoso, pero ¿cómo identificar ese punto si no conoces la zona? No hay de qué preocuparse. Será fácil: primero percibirás un sonido lejano, casi imperceptible; luego, unos murmullos difusos, que poco a poco se transformarán en gritos de chavalería, conversaciones en tono elevado y, en general, ese bullicio tan característico de la especie invasora por antonomasia del fin de semana y de la "sierra madrileña" -recuerdos @jcnav 😉😉-: el dominguero madrileño.
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Puerto de Canencia -cartel- (km. 51,6). Apenas se retoma el asfalto, y tras unos escasos 300 metros, aparece el cartel del puerto. Ese cartel que, aunque sencillo, marca el final simbólico de la subida y que casi te dan ganas de abrazarlo, aunque hoy, sin tiempo para apenas nada, le dediqué una simple mirada cómplice mientras aún recuperaba el aliento.
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Inicio el descenso por asfalto, dejando atrás el bullicio de la cima. Apenas han pasado 4 kilómetros cuando me desvío, abandonando el asfalto para zambullirme de nuevo en el bosque a través de una nueva pista (km 55,2).
Poco después, la ruta cruza brevemente otra carretera. Y atención aquí: hay dos pistas muy próximas entre sí, hay que tomar la segunda. En mi caso, tiré por la primera y me tocó recular.
Por cierto, como comentaba al inicio de la crónica: si queréis darle ese toque más técnico a la ruta, en la primera curva de herradura a derechas del descenso salid de frente en busca del GR-10 dirección Bustarviejo😉. |
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Tras cruzar el Arroyo del Valle por un puentecito de hormigón/cemento, no lo vadeé debido a la cantidad de agua que bajada, nos adentramos en la última parte de la ruta.
Pero ¡ojo! Apenas 100 metros después del puente, la pista estaba completamente destrozada por un pequeño corrimiento de tierra. Me vi obligado a descabalgar y superarlo caminando. |
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Aprovechad para disfrutar del entorno en este tramo, porque en seguida, si seguís el track, tocará fijar la mirada en la trazada.
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Senda Arroyo de los Tojos (km. 59,6). En el track en Wikiloc he marcado tanto el inicio como el final de este tramo, señalando el primero como bifurcación, para facilitar la orientación. Si seguís el track, en este punto comienza una sección algo más técnica, aunque diría que asequible para el 90 % de los mortales. Eso sí, hay que ir atentos: sortear piedras, elegir bien la trazada y, como en mi caso, estar preparados para compartir la senda con senderistas, que unas veces me cedieron el paso y otras fui yo quien se detuvo. En caso de decidir no seguir el track, se puede continuar por la pista, que nos llevará directamente al final del tramo de empujabike. Eso que también nos ahorraríamos. |
Senda Arroyo de los Tojos (km. 61). Ya veis, tramo entretenido de apenas kilómetro y medio que le da un punto más de sabor a la ruta. Pero tras él, llega el temido tramo de empujabike (km. 61,1), unos 400 metros en los que toca bajarse de la bici y tirar de piernas.
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Estación Miraflores del a Sierra (km. 62,4). A continuación, un breve tramo favorable nos deja a la altura de las abandonadas vías del tren. Desde ahí, rodaremos en paralelo a los raíles/vías hasta alcanzar la vieja estación.
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Miraflores del a Sierra (km. 64,5). Dejamos atrás la estación y encaramos el tramo más asqueroso del día: Calle de la estación. Unos interminables 1.000 metros en línea recta, adoquinados, al 6,9%. ¡Vaya final!
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Regreso al punto donde había dejado el coche. Lo cargo todo rápidamente y me pongo en marcha hacia casa. Durante el trayecto aprovecho a hacer una pequeña valoración mental de la ruta que, a modo muy de resumen, sería: Morcuera, 🤩; Aledaños del embalse, 👍; Canencia, 😍; Senda de los Tojos, 🥳; Calle de la estación, 🥵. En definitiva, más de lo mismo que decía en la intro: no es mi ruta favorita, pero creo, con total sinceridad, que bien merece la pena recorrerla.
En total 64,5 kms en 4h 12' (tiempo total 4h 27') con una velocidad media de 15,3 km/h y un desnivel positivo acumulado de +1438m., valores que le otorga un coeficiente IBP de 94 MTB.
Y lo último, el track: